jueves, abril 04, 2013

In Comunicación



Siempre me han hecho creer, las personas que han estado cerca de mi en la mayor parte de mi vida, que se escuchar.

Y con esta “verdad” he ido construyendo una visión de mi misma.Esta habilidad que supuestamente era intrínseca a mi, que era parte de mi carácter, de mi personalidad, ahora empieza a tambalearse.

Todo esta duda, comenzó tras un incidente que ocurrió el otro dia en casa, llegó a cenar una amiga con muchas ganas de hablar de algo que estaba pasando en su vida, no hice otra cosa que escuchar mientras hacía la cena.Yo no soy de ese grupo de mujeres multitarea, así que si quería hacer la cena y escuchar atentamente lo que ya no podía era hablar.
Cuando ya todo estuvo listo, mi marido, esta amiga y yo, nos dispusimos a cenar.
Quizá porque mi compañero se sintió excluido de la conversación de una forma evidente, cosa de la que en este caso yo no era responsable, lo sentí un tanto hostil en sus intervenciones tanto con nuestra amiga como luego conmigo.
Él me ha acusado con anterioridad, que cuando comienzo a hablar  sobre algo,  se le hace difícil intervenir porque yo no le dejo hablar.

No digo que no tenga razón, en ocasiones siento que debo expulsar lo que tengo dentro a la velocidad del rayo, y no me doy cuenta que es una conversación y no un monólogo.
Prometo que he intentado modificar esto, seguramente debo seguir trabajando duro.
Pero esa noche en concreto exploté, porque se me dijo que yo “nunca escuchaba”, esto acompañado con un gesto facial de enfado.

Me cayó como agua, no fría ,sino congelada.

No encajé nada bien esa crítica, primero porque era demasiado rotunda y había damasiada ira detrás de esa afirmación.
Luego  reflexionando sobre ello a posteriori pensé que todo venía de la exclusión total que se le hacía a esta persona en la conversación y me tocó a mi “pagar el pato”.

A este incidente ,que me dejó bastante mal ,le precedió otro al día siguiente, esta vez con una amiga.
No es la primera vez que ella también me  reclama que en ocasiones  no le dejó hablar ,con la salvedad que en esta vez alzó la voz más de lo normal porque la interrumpí.
Debido a que estaba ya sensible sobre este tema tuve que contenerme mucho para guardar la compostura.Por esta vez el orgullo y cabreo pudo más que la tristeza.

Desconozco cuales son las causas de esa visión tan opuesta de mi, de esa Eva que parece tenía la habilidad de escuchar y esta otra que perciben otros como justo lo contrario.

Quizá tenga que hacer un ejercicio de introspección y mirarme de forma objetiva, porque ahora mismo lo que siento es que me da miedo hablar, porque no me gusta esa imagen de mi que tienen los demás.
No quiero hacerlo  desde la rabia , porque esto me llevará a estar agazapada esperando la venganza a aquellos que me hicieron ver esto en mi.
Quizá tenga que hacer un curso de como comunicarme con los otros, en fin que recibir críticas es duro y más cuando tienes un buen concepto de ti en algo.

Tendré que trabajar esto más pero que no me vayan tocando mucho las narices en el proceso.


4 comentarios:

  1. Mira un consejo...cada cual ve al otro. si ellos te vieron asi en ese momento.Quizas tu tanbien los has visto en otras ocasiones, a lo mejor tu fuiste mas prudente,,No dejes de ser tu...

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  2. Te conozco desde que naciste y tengo que decirte (sin pasion de tía) que puedes estar segura, entre tus muchas cualidades esta la de saber escuchar(por algo elegistes la carrera que tienes) y otra muy importante, hacer caso a los demas y tener en cuenta sus opiniones. Eso es bueno, pero según en el momento emocional que nos encontremos, unos se quedan tan frescos y otros del reves como te ha pasado a tí.

    Posiblemente, por diferentes circunstancias todos tendriais un mal día, pero tu, por tu sensibilidad, lo pasaste peor.

    Como diria tu hermana "que lásssstima". Yo desde luego me pasaria el dia escuchante.

    Es ley de vida que con el paso del tiempo vayamos cambiando, pero por favor, que no te cambie nadie. Me reafirmo en lo que te han dicho........

    "NO DEJES DE SER TU"
    Un besazo.

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  3. Los seres humanos somos un poco egoístas y muchas veces es mas fácil ver la pajita en el ojo ajeno que ver nuestra VIGA GORDA, en nuestro ojo. Esto ha sido y sigue siendo una verdad.
    Lo importante de todo y te lo digo de corazón, es aclarar las cosas, siempre en frío, en caliente podemos herir y hasta arrepentirnos de algo que digamos.
    Oír una crítica, nos impacta y nos preocupa, porque no nos gusta que nos vean de un modo, que no es el habitual, de como nos vemos nosotros mismos. Pero de esa crítica podemos sacar lo positivo, o bien corregir, si es de verdad acertada o bien aclarar porque la persona nos ve así.
    En cualquier caso, nunca seremos perfectos, NINGUNO de nosotros.
    Yo te quiero como eres y espero que me quieras como soy.
    Y como dice el refrán "El agua clara y el chocolate espeso"
    Eva no hay sino una, con sus virtudes y sus defectos.
    Perla!!! no te cambio por NÁ

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  4. Eva, preciosa, no te dejes llevar por la ira o la tristeza. Claro que sabes escuchar, quizá más que mucha otra gente. Yo siempre me he sentido muy a gusto a tu lado, y la charla, la conversación siempre han fluido sin problemas en tu compañía. Lo que cuentas aquí va mucho más allá de saber o no saber escuchar: involucra una relación matrimonial, relaciones de amistad, realidades muy complejas que se hacen de pequeños equilibrios. Y estoy seguro que tú no vas a tener ningún problema para resolver cualquier conflicto en ello y salir airosa.

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