Hay
frases hechas o refranes que nos acompañan a lo largo de la vida,las
fuentes suelen ser nuestros mayores, y bueno, al principio suenan como
trilladas, verdad? hasta parece que detrás de ellas se esconde una
ligera crítica de quienes las expresan, algo así como, ayyy ingenuo que
sabes de la vida?, atiende al acervo cultural y aprende.Por lo tan al
principio como que no les hacía mucho caso y yo por mi camino.
Sin embargo en pleno siglo XXI y aún bajo el yugo de los refranes...
Todo
este preámbulo para explicar que tras una serie de acontecimientos que
se han unido en el tiempo y en el espacio ha rondado por mi cabeza un
refrancillo muy de esta época del año, si vives en el hemisferio norte y
en cierta latitud.
“ La primavera la sangre altera ”
Primavera,
más sol, más calorcillo, más horas de luz, ropa más ligera...se
entiende ya por donde va el refrán? estos abuelillos...
A
pesar de lo evidente de la frasecita yo prefiero hablar de la
primavera más que como un cambio estacional, como un cambio emocional, y
porque? pues por la globalización por supuesto.
En
un mundo cada vez más cercano y mestizo, está demás hablar de la
primavera como estación, una parte importante de nuestro planeta ni la
disfruta ni la padece, sería injusto pues que este refrán tuviera miras
tan estrechas.
A
tres mujeres de mi vida, con edades comprendidas entre los 15 y los 50,
en estas últimas semanas ,les ha llegado la primavera.Esa Primavera que
te altera la sangre, el norte y el fondo de armario.
Les brillan los ojos, tienen una nueva ilusión, la autoestima esta al 100%.
Bienvenida
primavera a sus vidas, disfrutar con alegría, porque la vida te lleva
por todas las estaciones emocionales así que lo siento por los mayores y
lo crítica implícita de locura que hay detrás del refrán, pero ole y ole la sangre alterá.