Y yo danzaba, al ritmo de darvuca con vestidos de colores, maquillaje vistoso y purpurina en el cuerpo.
Pero la vida te arrastra a la rutina y después de los bailes, viene el Lunes.Con horario de oficina y ritmo de teléfono.
A mi lado mi compañera, y en su vida un novio.Hasta a él le llegó la purpurina. Esto me hizo pensar en como se contagian ciertas enfermedades.
Esta vez fue un niño quien me trajo un virus, su madre, mi compañera de trabajo, me lo trasmitió.Espero que yo rompa la cadena de contagios.
La purpurina desde luego afectó menos a la vida de los purpureados que a mi el constipado.
Sigo con sus coletazos, los olores y los sabores no se distingues de la masa que invade mi nariz y garganta.
Me cuidaré...
Pero la vida te arrastra a la rutina y después de los bailes, viene el Lunes.Con horario de oficina y ritmo de teléfono.
A mi lado mi compañera, y en su vida un novio.Hasta a él le llegó la purpurina. Esto me hizo pensar en como se contagian ciertas enfermedades.
Esta vez fue un niño quien me trajo un virus, su madre, mi compañera de trabajo, me lo trasmitió.Espero que yo rompa la cadena de contagios.
La purpurina desde luego afectó menos a la vida de los purpureados que a mi el constipado.
Sigo con sus coletazos, los olores y los sabores no se distingues de la masa que invade mi nariz y garganta.
Me cuidaré...
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